Las mujeres de Arauca que hacen maravillas con bolsas recicladas | EL UNIVERSAL - Cartagena

2022-08-27 18:12:32 By : Ms. Sunny Li

Las mujeres de Arauca que hacen maravillas con bolsas recicladas

Veinte mujeres de Arauca, lideradas por Leidy Viviana Mantilla, mostraron en Cartagena, en Farex 2022, sus artesanías elaboradas con bolsas recicladas.

Leidy Viviana Mantilla viene de Saravena, Arauca, con bolsos y sombreros que veinte mujeres cabeza de hogar han tejido con bolsas recicladas. Ese bordado ancestral que decanta la paciencia del crochet y el punto en cruz ha alcanzado un refinamiento con bolsas de plástico que estas mujeres han recuperado de la basura cotidiana, convirtiéndolas en piezas únicas de la artesanía colombiana, y la han expuesto en la Feria de Artesanías Exportables (Farex) en este enero de 2022. Es un bordado que se ha forjado en vilo en madrugadas de asalto e incertidumbre o en noches de insomnio, luego de días y noches de conflicto armado en la región. Ellas, como las mujeres de Mampuján (Bolívar), tejen una memoria para sanar las heridas de la guerra. Le puede interesar: [Vídeo] Las tejedoras de Mampuján y su arte para sanar.

Al conversar con Leidy Viviana, he logrado entrar al patio y a la casa de Dolly Dolores Rivera, quien en esta mañana luminosa de enero teje en su casa de Saravena, suspirando por Cartagena de Indias, una ciudad que solo ha visto en postales o por la televisión, soñando alguna vez conocer el mar. Pero es Leidy Viviana la que ahora le cuenta cómo es la ciudad, y ella vuelve a suspirar extrañada que esos bordados hayan tocado el corazón de los cartageneros y asistentes a la feria internacional. Y desde la soledad de la luz de Saravena, Dolly, que en verdad se llama Dolores de Socorro Rivera Pulgarín, dice que no volvió a saber de su familia. Y cuando empezó a tejer la gente que la veía le decía: “¡Tejiendo bolsos con bolsas de basura? ¡Está perdiendo el tiempo!”. Sus bolsos, flores, aretes, sombreros y paisajes logran una belleza salida de la gracia y la paciencia de sus manos, con la misma luz con que estallan los amarillos que florecen en Saravena.

En el puesto 119 de la feria de Cartagena de Indias, me sorprendió el nombre con que Leidy Viviana bautizó este emprendimiento laboral y artístico: Maraka, y me explica que es una palabra que en lengua muisca tiene varios significados: Ma es la madre tierra. Ara son las aves guardianas de la lengua en la tierra, las cotorras. Aka es el reino de lo celeste. Maraka o capachos es un amuleto de buena suerte, es la bienaventuranza, pero toda la palabra es la conjunción y armonía entre el cielo y la tierra. Entre esas veinte mujeres, algunas jóvenes, madres cabeza de hogar, y mujeres de la tercera edad, también se han integrado muchachos de la región que desean seguir el camino del tejido, y personas con discapacidad motora. Hay sordos que aprendieron a leer los labios y aprendieron a tejer, gracias a este colectivo. Maraka nació en 2014, creó una tienda de reciclaje que cerró durante la pandemia, pero no ha cesado en su tarea obstinada y ejemplarizante. Wilson Mantilla, el padre de Leidy Viviana, es santandereano y ha sido el portero de un hospital en donde conoció a Omaira Mendoza, llanera, los dos emprendedores infatigables sorprendidos de que su hija haya posicionado a la región con un arte derivado del reciclaje. Lea también: Fotos: artesanos colombianos detrás de ‘Encanto’.

“Mis padres se reían al verme animar y promover a las mujeres tejedoras. Creyeron que me había chiflado, pero cumplí el deseo de mis abuelas, el de Dolly y de un sinnúmero de mujeres de mi tierra”. Rufino Mantilla, el abuelo de Leidy, abrió la ruta hacia el Arauca desde Santander. Una mujer clave para la creación de Maraka ha sido Dolly Rivera, quien, a sus 80 años, sigue tejiendo con la misma pasión de siempre, en la sala y en el taller de su casa, bajo la luz de la flor amarilla del llano.. Leidy Viviana emprendió un viaje por Perú y Chile, cruzó los puntos cardinales de la esperanza, la soledad, hasta sentir el llamado de su tierra, luego de vivir experiencias de orfandad y desestabilización. Y encontrar, por fin, la luz en su propia aldea, junto a su familia y a la legión de mujeres tejedoras.

Semillas a cambio de bolsas

Es así como esta mujer valiente ha participado con Maraka en el Foro Mundial de Emprendimiento y el encuentro de economía circular, en Récord Colombia en 2021. Ha sido finalista dos veces en el Premio Verde en Latinoamérica. Su intervención en cómo impulsar el emprendimiento a través de la mujer, sus experiencias de cómo darle un nuevo uso al desecho, mostrando resultados en un departamento que aún no sana las heridas de la guerra, es una lección de futuro. Leidy Viviana va por su pueblo, y por todas partes, entregando árboles y semillas a cambio de bolsas de basura. En Cartagena fue al Mercado de Bazurto a comprar guacales, y quedó petrificada al ver a los pelícanos enfermos comiendo carroña junto a los gallinazos. “He recorrido América Latina y jamás había visto un problema similar de contaminación como el que he visto en pleno mercado de Cartagena de Indias”, lo dice con los ojos humedecidos. “Es una imagen muy triste de una ciudad tan bella como esta”.

Leidy Viviana ha quedado sorprendida porque todos los que llegaron a su puesto en Farex le pedían que se pusiera de pie para conocer a alguien de Saravena, Arauca. Han emprendido un largo viaje para mostrar lo que un grupo de mujeres de Arauca es capaz de crear para variar el rumbo desatinado de la guerra y de la incomprensiones sociales y humanas.

Nadie puede creer que esa preciosura de bolso de mujer o ese sombrero haya sido tejido con bolsas recicladas. Algunas con bolsas de sal y azúcar, pero el entrenzado es finísimo y de una calidad excepcional. Dolly me pide algo que le recuerde Cartagena de Indias. Un cuadrito en donde se asome el mar. Se lo enviaremos antes que se apague la luz de los amarillos de enero.

Maraka es el grupo de emprendimiento de economía circular, liderado por la joven Leidy Viviana Mantilla desde 2014 en Saravena, Arauca, en la que participan veinte mujeres artesanas.