¿Por qué las cookies tipo 'María' tienen agujeros?
Durante décadas, las galletas María han sido un clásico de los desayunos y meriendas en España. Sin embargo, este dulce también es popular en todo el mundo, llegando incluso a lugares tan lejanos como Estados Unidos, Pakistán o Australia.
Aunque su origen aún no está muy claro, se cree que estas galletas comenzaron a elaborarse durante el matrimonio entre la duquesa María Aleksándrovna de Rusia y el príncipe Alfredo I de Sajonia, hijo de la reina Victoria de Inglaterra. Fueron tan populares que la compañía británica Peek Freans comenzó a comercializarlos para funciones ceremoniales unos años más tarde.
Las cookies tipo 'María' son un clásico en miles de hogares
Tanto es así que incluso en España las galletas María tuvieron su máximo esplendor al final de la Guerra Civil, convirtiéndose en un símbolo de recuperación económica y poder social. Con el paso de los años, estas galletas se han convertido en un clásico de los desayunos, meriendas y postres en nuestro país, hasta el punto de que cualquiera las ha probado al menos una vez en la vida.
Sin embargo, aunque es una galleta muy consumida en miles de hogares, muy pocos saben realmente por qué tienen sus característicos huecos y si se trata de un elemento decorativo o en cambio tienen una función para conseguir la textura exacta.
Pues los agujeros no están ahí para absorber líquidos ni para darle firmeza a la galleta, la explicación está en la conocida técnica de horneado: docking, método que consiste en pinchar la masa haciendo pequeños agujeros en la superficie para que escape el vapor. mientras se hornea, evitando así que la masa suba y minimizando las burbujas de aire.
Una publicación compartida de DATA ON FOOD (@dataonfood)
La cuenta de Instagram Data on Food, especializada en tecnología alimentaria, asegura que, sin esta técnica, las galletas no se cocinarían de la mejor manera: "La masa de las galletas tiene muchas burbujas de aire y cuando se calienta las bolsas se expanden", explican. .
Gracias a esta técnica, el resultado son galletas planas y crujientes que han conquistado miles o incluso millones de hogares en todo el mundo, convirtiéndose en un clásico de los desayunos y meriendas a lo largo de los años.
© La Vanguardia Ediciones, SLU Todos los derechos reservados.