Una nueva generación de inversores, la mayoría de ellos en la treintena, se abre paso en el mundo de la gestión de activos, pilotando sus propios fondos y consiguiendo rentabilidades relevantes.
Los gestores de fondos ganaron mucha popularidad en España en la década de los 90. La admiración de Francisco García Paramés (probablemente el inversor español más reconocido) por Warren Buffett le llevó a desarrollar una carrera de éxito en Bestinve
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